miércoles, 14 de octubre de 2020

El virus del amor


Había oído que el amor se contagiaba por contacto y si quería contraer la enfermedad, debía tocar y acariciar.

Pero hace tiempo que sospechaba que, en realidad, el amor se transmitía por los ojos, por los versos al aire, por las gotas de saliva o de sudor que se me escapaban al mirarte....

Y como no usé mascarilla... aquí me tienes: enferma de amor, y sin vacuna. Con síntomas compatibles con cualquier estado de idiotez adolescente y con la triste certeza de que no hay vacuna eficiente. Solo tú eres el antídoto.

¿Querrás salvarme?