como plumas de espuma
salpicando tu cara.
Tras los días tristes de oscuro encierro,
vuelve a caer la ilusión del cielo.
–Si viene del cielo, es bueno, cariño–
le dice la madre a su niño,
y el niño se enzarza en atrapar copos
moviendo sus capas,
lanzando sus zarpas
bebiendo sus aguas,
y el anciano se ríe y no vuelve a casa.
La gente sale y se vuelve loca,
y buscan esquís y toman sus copas,
gritando, jugando en fotos sin copias.
la nieve nos deja cristales sin boca.
Cae la nieve ¡fíjate!
sus labios me queman, me atrapan, me tocan,
me envuelven los ojos, blanquean mi ropa,
borra mis penas, bendice mis sobras,
y me hace reír, vibrar, sentir,
como si fuese mi novia,
nieva y susurra, nieva y me moja,
me lleva a sentir su aliento, celosa,
de mi papel en blanco, de sus albas hojas.
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